Chile y Malasia lograron avances "y grandes expectativas" tras finalizar este jueves en Santiago la II Ronda de Negociaciones para un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países, informaron fuentes oficiales.
Según un comunicado de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), las delegaciones intercambiaron propuestas de textos en cada capítulo del futuro TLC antes de la próxima ronda de negociaciones a realizarse en marzo del 2008.
"Se registraron avances dentro de la etapa de intercambio de posiciones en los temas que serán parte de la normativa del tratado", precisó el director bilateral de la Direcon, Andrés Rebolledo.
Afirmó que la firma de un TLC con Malasia es un paso importante para continuar demostrando el interés y la prioridad que tiene el Sudeste Asiático para la política exterior de Chile.
"Estas negociaciones constituyen un paso adicional en la profundización de nuestros vínculos con la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) -creada el 8 de agosto de 1967- con la que Chile se encuentra estrechando sus relaciones comerciales desde hace varios años".
Además, agregó, que "permite seguir trabajando en la estrategia de convertir a Chile en una plataforma para el comercio y las inversiones de Asia en América Latina y viceversa".
Los capítulos que se incluyen en esta negociación son Comercio de Bienes, Reglas de Origen, Procedimientos aduaneros, Defensa Comercial, Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, Barreras Técnicas al Comercio, Comercio de Servicios, Inversiones, Cooperación y asuntos legales e institucionales, entre otros.
El intercambio comercial entre Chile y Malasia en el año 2006 fue de 300 millones de dólares, cifra que representó un crecimiento del 35 por ciento respecto del 2005.
Las exportaciones chilenas a ese país fueron de 120 millones de dólares -monto superior en un 29 por ciento en comparación al 2005-, y las importaciones alcanzaron los 188 millones de dólares.
Malasia tiene un Producto Interno Bruto (PIB) aproximado de 150 mil millones de dólares y su ingreso por habitante es de 6.000 dólares.
El crecimiento de su economía ha permitido que en 20 años Malasia haya pasado de ser un país dependiente de las exportaciones de materias primas, a una economía basada en los servicios, el turismo y la producción de bienes electrónicos.
En materia energética, es un importante productor de gas natural y petróleo, lo que representa un gran atractivo para la economía nacional.
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