jueves, 19 de marzo de 2009

Japonesas buscan marido como refugio contra la crisis

Cuando a Yumiko Iwate le redujeron el sueldo el año pasado, ella y sus colegas mujeres coincidieron en que sólo había una cosa que podían hacer: buscar marido.

“Quiero casarme pronto, espero que para fin de año”, dijo Iwate, que tiene 36 años y es empleada en una firma minorista de pedidos por correo de Tokio. “La recesión me llevó a darme cuenta de que no voy a ganar tanto dinero como pensaba y tendría una situación económica más estable si contara con el respaldo de otro ingreso”.

Las mujeres que los japoneses llaman “cazadoras de maridos” buscan casarse a medida que las empresas, desde Toyota Motor Corp. hasta Sony Corp., despiden empleados y el país se encamina a su mayor contracción económica anual desde 1945. Los casamientos aumentaron y llegaron al nivel más alto en cinco años en 2008, 731.000, mientras los sueldos se estancaban y el índice de desempleo aumentaba por primera vez en seis años.

“Las preocupaciones económicas son un importante motivo en la búsqueda de matrimonio”, dijo Toshihiro Nagahama, economista jefe del Dai-Ichi Life Research Institute en Tokio. “Las mujeres están más motivadas que nunca en lo que respecta a buscar una pareja económicamente segura”.

La tendencia indica un cambio en relación con las mujeres que privilegiaban su carrera en detrimento de la familia luego de que Japón instrumentó la igualdad de derechos laborales hace 23 años. El número de matrimonios en el transcurso de la década siguiente declinó un 4,5% y llegó a un promedio anual de 746.000 en comparación con la década anterior. A pesar de la igualdad de derechos, las mujeres siguen ganando un 43% menos que los hombres, lo que les da más razones para buscar pareja durante las recesiones.

TAN BUENAS COMO LOS HOMBRES


“Sé que las mujeres anteriores a mi generación trabajaban tanto y se dedicaban a su carrera para demostrar que eran tan buenas como los hombres”, dijo Reiko Kubo, de 25 años, que compró un amuleto de buena suerte en el santuario Daijingu de Tokio. “No se veían obligadas a depender de los hombres, lo cual era bueno, pero no es el camino que quiero para mí”.

Daijingu se hizo famoso como santuario de las cazadoras de maridos, y el número de visitantes ha aumentado alrededor de un 20% el último año, dijo el sacerdote Yoshiyuki Karamatsu, que por 5.000 yenes oficia un rito para alejar a los malos espíritus. La ceremonia de purificación comprende beber sake sagrado.

Las recesiones han alentado a las japonesas a casarse más jóvenes. Los matrimonios aumentaron cuando estalló una burbuja relacionada con el precio de los activos a fines de la década de 1980 y volvieron a hacerlo luego de la crisis tecnológica de 2001. Los analistas dicen que la tendencia se acentúa porque se estima que la crisis actual dará lugar a un desempleo sin precedentes.

Economistas de Dai-Ichi Life Research y JPMorgan Chase & Co. estiman que el índice de desempleo superará este año el máximo de la era de posguerra de 5,5% de 2003. El desempleo de enero fue de 4,1%. Los sueldos han caído en los tres últimos meses y la economía se contrajo un 12,1% anualizado en el último trimestre, la mayor declinación desde 1974.

MATRIMONIOS CIVILES


Los casamientos también aumentan en otros países a medida que la recesión se extiende a todo el mundo. El número de matrimonios civiles celebrados en la Oficina de Registro Civil de Westminster, Londres, el más popular de la ciudad, aumentó un 8,5 por ciento, a 1.684, entre abril de 2008 y febrero de 2009, en comparación con el año anterior, según Alison Cathcart, superintendente del registro civil. “Sin duda tenemos mucho más trabajo”, agregó.

Las cazadoras de maridos japonesas buscan relaciones de la misma forma en que podrían buscar empleo: realizan entrevistas en agencias de citas; asisten a fiestas y hacen saber a sus amigos que están disponibles.

Iwate inició su búsqueda en diciembre escribiendo tarjetas de Fin de Año a 170 conocidos que abarcaban desde ex compañeros de la escuela secundaria hasta compañeros de clases de salsa, a los que les pidió que la ayudaran a encontrar un soltero adecuado. Sus cinco colegas también están en la búsqueda, por lo que se presentan mutuamente posibles parejas y resaltan las páginas más útiles de la “Guía completa para la búsqueda de marido” de la revista An an, un semanario que apunta a mujeres de entre 20 y 40 años.

El último número comprendía artículos en los que se recomendaba a las lectoras que, si bien es aceptable elegir marido por su ocupación, “la apariencia no debe importar, ya que no es esencial para la vida matrimonial. Hay que tener en cuenta a hombres con los que normalmente no se saldría”.

Enumeraba características según las ocupaciones: “Los operadores financieros tienden a ser aventureros y visionarios; los farmacéuticos son conservadores y estables; los chefs de sushi son pacientes y creativos”.

Natsuko Ono, de 25 años, no repara en gastos a los efectos de encontrar un hombre. Dijo que lleva gastados 370.000 yenes, en su mayor parte en un retrato profesional y en el registro en una agencia matrimonial. “Parece mucho dinero, pero si se tiene en cuenta que es una forma de hallar marido se trata de una inversión razonable”.

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