Lo que no mate a la eurozona la fortalecerá. Ahora que la peor contracción desde la Segunda Guerra Mundial está golpeando a la economía de 16 países, los líderes europeos empiezan a reparar “fallas de diseño”, aunque tardía y renuentemente. Algunas de ellas son la variedad de regulaciones financieras y la falta de coordinación fiscal que obstaculizan la unión monetaria creada hace 10 años.
“Es terrible desperdiciar una crisis”, dice Barry Eichengreen, profesor de la Universidad de California en Berkeley y autor de un libro de 2006 sobre historia económica de Europa. “Las crisis pueden ser un catalizador de reformas, y en el caso de Europa hay una posibilidad de que eso ocurra”. [Leer +]
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